Terribles dos o «Terrible twos» en inglés, es una etapa definida por el doctor Hoecker como «la lucha que empiezan a tener los niños entre su dependencia de los adultos y su deseo de independencia».
Aunque es frustrante para nosotros como padres experimentar esas escenas vergonzosas de nuestros hijos en lugares públicos, además de las que experimentamos con ellos en el hogar, este es un proceso normal que marca una etapa en su desarrollo y crecimiento.
Decidí leer un poco y escribir esta publicación ya que mi hijo recientemente cumplio tres años, tenía este escrito detenido por meses esperando a ver como evolucionarian las cosas.
Estoy segura de que así como en mi caso, muchos de ustedes han vivido momentos de frustración y desesperación cuando esas pequeñas criaturitas empiezan a manifestar cierta clase de comportamientos bien incómodos para nosotros como padres. Sin embargo, aunque he podido notar su deseo de independencia, también como madre he empezado a experimentar otras características de su personalidad que me emocionan bastante y me llenan de gran orgullo; de ahí que podamos hacer un recorrido por el lado positivo de los terribles dos.
¡Hay que buscarle el lado bueno a las cosas que nos desesperan! ¿No creen?
Elementos positivos de los terribles dos:
1- Tu hijo ha empezado a desarrollar mejor el habla
En esta edad los niños empiezan a tener un gran desarrollo en sus habilidades de expresión, no todo es manifestado a través del llanto —aunque todavía lloran bastante— hay ciertas palabras que ellos pueden utilizar para decir en cierta forma lo que les está pasando.
Como madre esto ha sido muy hermoso para mí, ver como mi hijo empieza a decirme algunas palabras y expresar ciertos deseos es un gran alivio que va poniendo fin a aquellos días de adivinanza. Claro, todavía a los dos años los niños pueden entender más de lo que pueden expresar, y a veces las razones de sus rabietas son precisamente porque no pueden lograr decir lo que quieren decir o lograr hacer lo que entienden que ya pueden hacer.
Nehemias me dijo un día: «Mami barriga», de haber empezado a llorar sin poder expresarme estas dos palabras hubiera sido difícil para mi entender que le estaba doliendo su pancita, lo cual pudimos resolver.
Este evento ocurrió meses atrás; al momento en que están casi alcanzando los tres años estas habilidades de comunicación mejoran bastante y prácticamente pueden decir todo con sus palabras, aunque algunas de estas debamos descifrarlas.
2- No eres el único padre al que sus hijos le hacen berrinches
¡Aunque nos da deseo de pedirle a la tierra que nos trague, todos los padres pasamos por eso —O casi todos al menos—! Cuando te encuentres en el supermercado —o cualquier lugar publico— y tu hijo quiera algo que en el instante no puede obtener, la mejor estrategia recomendada por los expertos es decir que no se puede en ese momento e ignorarlo. Sin embargo, en público si el berrinche ha escalado al punto de disturbar la paz de los demás esta estrategia es difícil, corresponde según los psicólogos tomar al niño y llevarlo a un lugar tranquilo hasta que se calme; y claro, si ya dijiste que no, no puedes volver al supermercado y comprar lo que ya habías negado.
Cambiar de opinión puede hacer que tu hijo piense que tu «no» se puede convertir en «sí» después de un grandioso berrinche, así que ya sabes lo que sucederá a cada rato….
El lado positivo aquí es que no eres un padre exclusivo, al que sus hijos les hacen este tipo de cosas, todos lo hemos vivido. Esta es una excelente oportunidad para enseñar a tus hijos disciplina e ir forjando su carácter. En estos casos es importante no dejar pasar las acciones incorrectas para que no se conviertan en la norma, los niños estan en capacidad de ir comprendiendo cuales cosas están bien y cuales no, y es nuestro deber irlos guiando.
3- La independencia es positiva
Aunque el proceso de aprender las responsabilidades que trae la independencia los pone algunas veces en riesgo, y es por tal razón que debemos intervenir, es maravilloso ver a nuestros hijos perfeccionar actividades como:
- Comer por si solo.
- Cerrar una puerta que no debe estar abierta.
- Pedir con sus propias palabras cierto tipo de comida o bebida.
- Seguir instrucciones como, «por favor buscame esto» o «por favor pasame aquello», «tira ese papel en la basura»…
- Por favor llévale esto a papi.
- Si ya tiene un hermano/a menor puede tambien entender ciertas instrucciones para colaborar con su hermano/a. Esta parte funciona, además, como una estrategia para hacerlo parte del proceso de adaptación a la nueva adquisición de la familia (como fue nuestro caso al tener a Josias en noviembre pasado).
Como hemos mencionado los terrribles dos es una etapa. Ningún proceso de aprendizaje se lleva a cabo sin dolor, todo en la vida que vale la pena requiere de esfuerzo y dedicación, la educación y buena disciplina de nuestros hijos precisa de corregirlos en amor hasta forjarlos para que sean buenos niños y posteriormente buenos hombres y/o mujeres.
Todavía mi hijo no aprende este versiculo bíblico que me ayuda bastante en su formación, pero siempre le digo que terminará aprendiendolo, está en Probervios 3:12 «Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido».